Ortiga
Urtica dioica
PROPIEDADES MEDICINALES DE LA ORTIGA
Este ser vegetal presenta muchísimas aplicaciones medicinales y aparece también en rituales indígenas de curación.
Estimulante del aparato digestivo y antidiarréica: protege el hígado y ayuda a su recuperación en caso de enfermedad hepática. Favorece la función biliar. Los ácidos caféico, linoléico y oléico intervienen en su poder hepato-protector. Aumenta las secreciones y favorece los movimientos peristálticos, por lo que contribuye a favorecer la digestión, ayudando al estómago, y a la eliminación de las heces del intestino, por lo que se puede considerar como un laxante suave (infusión de dos cucharadas de hojas secas por litro de agua, tomar tres veces al día antes de las comidas). La riqueza en taninos, especialmente en la raíz, la hace adecuada en el tratamiento de la diarrea (decocción de la raíz seca durante 10 minutos. Tomar 3 tazas al día).
Hemostática: detiene las hemorragias y previene el flujo descontrolado de la sangre. Muy adecuada para tratar las hemorragias nasales, la hemofilia y los trastornos de la menopausia (zumo de la planta fresca, obtenido machacando la planta y tamizando la pulpa. Tomar media taza al día, dividida por la mañana y por la noche).
Anti-arteriosclerótica: su riqueza en clorofila le confiere propiedades circulatorias en el tratamiento de la arteriosclerosis y en la mejora de la circulación sanguínea (el tratamiento anterior con zumo resulta adecuado).
Antidiabética: rebaja el nivel de azúcar en la sangre y previene o ayuda a combatir la diabetes (hervir un puñado de ortiga en agua y tomar 3 veces al día).
Antianémica: por su alto contenido en hierro se hace ideal en la curación de la anemia. Se puede utilizar como una verdura más, para realizar caldos vegetales, combinada con otras verduras o realizar infusiones con una cucharadita de planta seca por vaso de agua (tomar 3 vasos al día).
Galactógena: incrementa el caudal de leche en las lactantes (tomar caldo vegetal, realizado con ortigas y otras verduras)
Anti-prostática: las infusiones de hojas de ortiga seca son un diurético muy importante, los esteroides del extracto de la raíz actúan directamente sobre la hipertrofia prostática benigna al aumentar la cantidad de micción diaria, relajar la vejiga urinaria e inhibir el crecimiento de esta glándula (la dosis se estima en unos 240 mg diarios repartidos en dos tomas diarias).
Alzheimer: favorece la formación de estrógenos que mejoran el estado mental de los enfermos de alzheimer. La ingestión de estas hierbas en forma de verdura puede beneficiar el comportamiento y reducir los episodios depresivos de estos enfermos.
Diurético: favorece la eliminación de líquido en el cuerpo, por lo que resulta interesante no solamente en caso de obesidad, sino también en aquel conjunto de dolencias que mejoran con la eliminación de agua y la consiguiente eliminación de toxinas y especialmente el ácido úrico; enfermedades circulatorias, hepáticas, piedras en el riñón, gota, artritis, artrosis, reumatismo, etc. (decocción de la raíz seca durante 10 minutos. Tomar 3 tazas al día, infusión de dos cucharadas de hojas secas por litro de agua. Tomar tres veces al día antes de las comidas).
Impotencia: aumenta la potencia sexual, siendo muy útil en los casos de impotencia (decocción de 15 gramos de raíz fresca por litro de agua, beber 3 tazas diarias).
Alimentario: Las ortigas pueden constituir un alimento excelente, cuando se preparan como una verdura más o en combinación con otras verduras y hortalizas, como las espinacas o las patatas. Para ello se deben recoger y dejar reposar durante medio día. Luego, al guisarlas, ya no pican, al eliminarse el ácido fórmico que contenían cuando estaban frescas. Son muy ricas cuando las hervimos o las comemos en tortilla y aportan todas las propiedades medicinales vistas anteriormente.
Cosmético: Son muy beneficiosas para el cuidado de la piel, proporcionando a esta una fina textura, al eliminar imperfecciones, como granos, eczemas, herpes, acné, etc. (verter un puñado de ortigas secas en el agua del baño) otros tratamientos internos pueden acarrear la misma finalidad: decocción de un puñado de ortigas por litro de agua, dos o tres tazas diarias. Comer las ortigas en verdura, hervidas junto a espinacas. Tomar la cantidad que se desee. Zumo de ortigas.
Tratamiento capilar: Se ha probado su efecto regenerador del cuero cabelludo, así como su capacidad para combatir la caspa, seborrea y otras alteraciones relacionadas con la caída del cabello (maceración de 100 g de ortiga y romero secos en 1 litro de anís durante 15 días. Hacer fricciones sobre el cuero cabelludo por la mañana y antes de irse a dormir).
Ciática: La realización de un baño en donde se ha añadido un litro de infusión de ortiga relaja el nervio ciático y disminuye el dolor.
En la medicina científica también se ha comprobado una cierta acción de los preparados de ortiga contra la artritis.
Advertencia
No conviene abusar de esta planta porque, en algunos casos, puede ocasionar reacciones estomacales. Se trata de una especie que, al vivir en zonas ricas en deshechos orgánicos, tiende a acumular en sus tejidos grandes cantidades de nitratos, por lo que, de no tomarse con moderación, puede resultar perjudicial. En algunos casos, su ingestión ha producido reacciones cutáneas adversas y problemas en la micción.
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