DIENTE DE LEÓN: PROPIEDADES Y BENEFICIOS
Conocemos que el diente de león es una planta sumamente
útil para eliminar la grasa en el hígado, especialmente por sus virtudes
terapéuticas en afecciones como el hígado graso, a la par que se convierte en
un elemento insustituible en muchos remedios tanto para depurar el hígado como
para depurar los riñones.
Se conoce a esta planta con la denominación de diente de
león por las diferentes hojas tan recortadas que posee, consistiendo en una
planta vivaz que crece en absolutamente todas las regiones del mundo.
No en vano, en diversos lugares no sólo es consumida a
modo de remedios naturales, sino que pueden ser útiles en deliciosas y ricas
ensaladas (utilizándose sólo las hojas).
Y todo ello principalmente por unas cuestiones sumamente
destacadas: las propiedades del diente de león.
Propiedades y beneficios del diente de león
Entre las propiedades del diente de león más importantes,
destacan:
Estimula la secreción de los órganos de la digestión.
Es útil en casos de hígado graso, hipoacidez gástrica,
estreñimiento, hígado perezoso.
Es capaz de aumentar de 2 a 4 veces la secreción de la
bilis, motivo por el cual es precisamente usada en casos de hígados perezosos,
al estimularlos.
Destaca por su importante acción diurética, motivo por el
que no sólo depura el organismo, sino que ayuda a eliminar toxinas acumuladas.
Cuenta con una importante acción sobre los cálculos
renales al poseer acción laxante.
Muchos expertos en fitoterapia recomiendan hacer una cura
de diente de león en cada cambio de estación, además de cada vez que comamos en
exceso.
HÍGADO GRASO: SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Higado graso sintomas
El hígado graso es una patología generalmente benigna que
posee unos síntomas -a veces- claros y un tratamiento a seguir para reducir la
grasa en el hígado.
El hígado graso, comúnmente conocido en el ámbito
sanitario como esteatosis hepática, es una enfermedad generalmente benigna del
hígado que se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y de
triglicéridos en las células hepáticas.
Los síntomas del hígado graso por regla general suelen
ser dolor en la parte superior derecha del abdomen, malestar general, fatiga
crónica, y sensación de pesadez, en especial después de las comidas.
Aunque también es cierto que existen pacientes que no
tienen síntomas, cuestión peligrosa hasta cierto punto dado que la enfermedad
puede evolucionar de manera silenciosa a estadios más graves.
Hace algunos años el hígado graso se relacionada con el
consumo de alcohol en grandes cantidades, aunque en la actualidad cada vez son
más los especialistas que relacionan el aumento de personas con esta patología
con los altos niveles de obesidad, de colesterol y triglicéridos (cómo bajar
los triglicéridos altos).
Síntomas del hígado graso
Son diversos los síntomas del hígado graso, aunque
también es cierto que no todos los pacientes presentan síntomas. Por regla
general, los más habituales tienden a ser los siguientes:
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
- Malestar general.
- Cansancio.
- Fatiga crónica.
- Pérdida de peso.
- Sensación de pesadez.
- En algunas ocasiones, ictericia.
Evolución del hígado graso
Generalmente el hígado graso es una patología benigna que
tiende a no evolucionar a estadios más graves de la enfermedad.
Una vez se detecta la aparición de hígado graso (a través
de ecografía abdominal), se deben tomar las medidas necesarias para eliminar
esa grasa en el hígado, y evitar con ello que el hígado graso evolucione a
esteatohepatitis (hígado graso inflamado, aumentado de tamaño), y de ahí a una
posible cirrosis y/o cáncer.
Tratamiento del hígado graso
Si bien no existe un tratamiento definitivo para el
hígado graso, las recomendaciones básicas que se dan al respecto pasan por una
reducción de peso corporal y seguir una alimentación sana y saludable, rica en
frutas y verduras.
La práctica de ejercicio es adecuada en todos los casos,
dado que ayudamos a nuestro organismo a que elimine la grasa sobrante del
cuerpo.
Una buena opción es acudir a un nutricionista que nos
aporte una dieta adecuada para el hígado graso, y que controle el peso que
vayamos perdiendo, puesto que una pérdida rápida de peso está asociada a un
mayor daño al hígado.
CÓMO REDUCIR LOS TRIGLICÉRIDOS ALTOS
Saber cómo bajar los triglicéridos altos y
saber cómo reducirlos ayuda mucho no sólo a prevenir el colesterol alto, sino a
mantenerlo a raya en nuestras arterias.
Ya en otras ocasiones nos se ha tratado directa o indirectamente
sobre temas muy relacionados con el colesterol alto, una enfermedad ciertamente
silenciosa que puede ir obstruyendo poco a poco las arterias y provocar su
inflamación crónica, algo que recibe el nombre de ateroesclerosis.
No en vano, se conoce que el colesterol alto es el
responsable de muchas enfermedades cardiovasculares, siendo la primera causa de
muerte en el mundo desarrollado.
Dentro de este punto, tener unos niveles de triglicéridos
altos puede ser aún mucho más peligroso. Por este motivo es preferible actuar y
conocer de qué forma podemos bajar los triglicéridos altos.
¿Cómo bajar los triglicéridos altos?
Tanto si tienes sobrepeso como obesidad, lo recomendada
es reducir –poco a poco y de forma moderada- ese peso de más, principalmente porque
puede ayudar a disminuir los niveles de triglicéridos altos.
Opta por aquellos alimentos buenos para el colesterol
alto, principalmente porque no sólo te ayudan a rebajar el colesterol LDL, sino
también los triglicéridos, a la par que aumentan el HDL (el colesterol bueno
que limpia las arterias).
A la hora de bajar de peso y de cambiar la dieta, lo
ideal es rebajar también el consumo de calorías, principalmente de las
denominadas como calorías vacías, a la vez que debes evitar en la medida de lo
posible los alimentos muy grasos, azucarados y refinados.
También deberás eliminar las grasas trans y sustituirlas
por grasas mucho más saludables y sanas. Este tipo de grasas las encontramos en
el aceite de oliva, frutas como el aguacate y los pescados azules (salmón o
atún), por citar sólo unos ejemplos.
Recuerda adoptar los trucos y consejos que se dan en un
anterior artículo en el que conocimos cómo debe ser la nutrición para el
colesterol, teniendo también en cuenta cómo seguir una dieta para bajar el colesterol.
CÓMO ELIMINAR LA GRASA EN EL HÍGADO
Sabemos que el hígado graso es, a día de hoy, una
patología sumamente común en la sociedad occidental, principalmente por el
estilo de vida que tendemos a llevar en estos momentos.
Se trata de una enfermedad cardiovascular conocida en el
ámbito sanitario como esteatosis hepática, y tiende a ser una patología benigna
generalmente que se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado.
Tras el momento del diagnóstico, y si bien es cierto que
no existe un tratamiento determinado para eliminar la grasa en el hígado, se le
indica al paciente que haga dieta y pierda peso, cambie sus hábitos
alimenticios y trate de mejorar su dieta por una alimentación sana.
En este sentido, existen consejos básicos a tener en
cuenta que permiten conocer cómo eliminar la grasa en el hígado. A continuación
te explicamos cómo.
¿Cómo eliminar la grasa en el hígado?
En primer lugar debes conocer si tu peso excede el
recomendado por la OMS atendiendo a tu altura y a tu complexión física. En este
aspecto, debes vigilar si superas tu IMC recomendado (calculadora gratis de
IMC). Se debe evitar el exceso de peso (sobrepeso y obesidad).
Se debe evitar beber alcohol aunque sólo sean unas copas.
El alcohol conlleva a una mayor acumulación grasa en el hígado, y lo daña cada
vez más.
Se deben eliminar de la alimentación diaria alimentos
ricos en grasa o dulces y bollería industrial.
Lo ideal es mantener una alimentación equilibrada,
modificando los hábitos alimenticios que manteníamos hasta estos momentos. Es
preferible seguir una alimentación rica en frutas y verduras.
Toma mucha agua, preferiblemente al menos 2 litros de
agua al día, ya que ayuda al organismo a depurarse por dentro.
Practica ejercicio físico, a ser posible todos los días.
Esto ayuda a quemar la grasa sobrante y ayuda a que la metabolización de las
grasas por parte de nuestro organismo sea completa.
Es igualmente recomendable optar por algunos remedios que
la fitoterapia puede brindarnos. En este sentido, tomar cápsulas de alcachofa,
cardo mariano y diente de león durante al menos 3 meses puede ser de gran
ayuda, al ayudar en el proceso de la digestión y metabolización de las grasas,
mientras que el cardo mariano protege el hígado y favorece la regeneración de
las células hepáticas.
Recuerda depurar el hígado al menos una vez al año, para
limpiarlo y regenerarlo.
DEPURACIÓN DEL HÍGADO
Depurar el hígado es recomendable al menos una vez al
año, ya que el hígado es fundamental para una buena salud. Conoce cómo es la
depuración del hígado.
El hígado es, entre otras cuestiones, uno de los órgamos
más importantes del cuerpo humano, ya que lleva a cabo muchas tareas necesarias
para la vida, y es por ello por lo que depurar el hígado, al menos una vez al
año, es una buena idea para poder mantener una buena salud.
El hígado cumple la función de desintoxicación del
cuerpo, ya que convierte las sustancias tóxicas en menos dañinas y, por ende,
factibles de ser excretadas.
Como sabes, junto al hígado trabaja la vesícula biliar,
cuya principal función es la de concentrar la bilis, que sirve a su vez para la
digestión de las grasas.
Dada esa cantidad de tareas que el hígado lleva a cabo a
cada momento, se deben evitar todo aquello que lo haga trabajar de más, ya que
tener una buena salud en el hígado ayuda en sí a tener una buena salud a nivel
general.
Cómo depurar el hígado
El hígado puede ser depurado al menos una vez al año,
aunque diversos expertos recomiendan su depuración cada aproximadamente seis
meses.
Pero para poder depurar el hígado, en primer lugar se
deben conocer qué alimentos son perjudiciales para éste, tal y como veremos en
un futuro. Entre esos alimentos nos encontramos con los alimentos procesados,
grasas animales, embutidos, y por ejemplo alimentos muy salados, asados o azucarados.
También comer en exceso puede ser perjudicial para el
hígado, ya que las comidas muy abundantes llevan a que éste se sobrecargue.
Entre aquellos consejos para poder ayudar al hígado en su
depuración nos encontramos:
El diente de león ayuda al hígado a depurarse,
especialmente a los hígados que sean perezosos, ya que es capaz de aumentar de
entre 2 a 4 veces la secreción de la bilis.
La alcachofa también es muy buena para el hígado, al
igual que el cardo mariano, que cuenta con silimarina, protectora de este
órgano.
Tomando mucha agua ayudamos al hígado a digerir mejor las
grasas, y a nuestro cuerpo a hidratarse debidamente.
Comar mucha fruta, pero evitando aquellas con gran
contenido de ácidos orgánicos, como el melón, la sandía y las fresas.
Los tés, especialmente el té verde, ayuda al hígado,
sobretodo al hígado graso, ya que ayuda a digerir y a eliminar la grasa
acumulada.
Lo más recomendable es optar por ejemplo por suplementos
en cápsulas de diente de león, alcachofa y cardo mariano, aunque también las
puedes encontrar en gotas.
DEPURACIÓN DE LOS RIÑONES: ¿CÓMO DEPURAR LOS RIÑONES?
Los riñones, al igual que el hígado, son de los órganos
primordiales a la hora de limpiar el organismo, ayudando al cuerpo en la
eliminación de toxinas y en la propia depuración en sí del mismo, por lo que la
depurar los riñones al menos una vez al año es una práctica muy recomendada.
La sangre circula varias veces al día a través de ellos,
y de esta forma filtran las sustancias útiles que son devueltas a la sangre, y
dejan las inútiles para que puedan ser posteriormente eliminadas.
No obstante, se debe evitar el consumo exagerado de alcohol
y de la sal, así como el consumo frecuente de los antibióticos, ya que dañan
los riñones con el paso de los años.
Y cuando los riñones están dañados, no pueden filtrar
correctamente y eliminar, por ende, las diferentes sustancias tóxicas para el
organismo.
Cómo depurar los riñones
Los riñones pueden ser depurados, al menos, una vez al
año, y lo más recomendable en un primer momento es tratar de evitar aquellos
alimentos que –sabemos- son perjudiciales para los mismos.
Debemos evitar en primer lugar, por ejemplo, el exceso de
sal, proteínas, alimentos con residuos ácidos (como las lentejas, nueces, café,
alcoho, las ciruelas o los arándanos), alimentos con alto contenido en purinas
(sardinas, arenque, veiras, anchoas, embutidos, legumbres y vísceras) y
aquellos alimentos con alto contenido en potasio (espinaca, apio, batata,
achicoria, naranja, repollo y patata).
Eso sí, existen una serie de consejos vitales que nos
pueden ser de gran ayuda a la hora de depurar los riñones:
Tomar de 2 a 3 litros diarios de agua.
Comer alimentos diuréticos, como por ejemplo los
espárragos (que fuerzan la diuresis), piña, alcachofa, berros, brócoli o
cebolla, por citar sólo algunos ejemplos.
Tomar té e infusiones diuréticas ayudan también en la
depuración de los riñones. Son buenas por ejemplo el perejil, el diente de
león, el anís, el muérdago y la arenaria roja.
Tener en cuenta comer frutas y verduras, así como
vegetales (a excepción de las ya nombradas), destacando el consumo de aquellos
alimentos que dejan residuo alcalino, como las castañas, la leche, la almendra,
y la remolacha.
VINO DE DIENTE DE LEÓN
Receta de vino de diente de león casero
Receta de vino de diente de león, fácil de preparar y que
alberga todas las cualidades y virtudes medicinales del diente de león. Aunque
es un vino medicinal no contiene alcohol. Descubre cómo prepararlo.
Existen diferentes formas a la hora de disfrutar de los
diferentes beneficios del diente de león. Una de las más comunes –y sencillas-
es en forma de infusión, destacando principalmente por su facilidad de
preparación.
El diente de león es una planta con cualidades
desintoxicantes y depurativas, especialmente aconsejada en caso de hígado
graso, estreñimiento, hígado perezoso o hipoacidez gástrica.
Esto es debido a que es capaz de aumentar la secreción de
la bilis, ayudando natural y positivamente desde un punto de vista digestivo, y
también a la hora de depurar el organismo.
Otra opción diferente es a partir de vino de diente de
león, aunque debemos tener en cuenta que no se utiliza alcohol para su
elaboración, dado que entonces perdería la mayoría de sus principales
propiedades medicinales. ¿Te animas a prepararlo?
Ingredientes principales
- Flores de diente de león
- 2 litros de agua
- 15 ml. de raíz de jengibre (previamente machacado)
- La piel de un limón y una naranja
- 700 g. de azúcar terciado
- Zumo de un limón
- 10 ml. de levadura de vino
Preparación del vino de diente de león
En un cazo grande lleva el agua a ebullición. Cuando
entre en ebullición apaga el fuego y deja enfriar. Pon las flores de diente de
león en un bol o cuenco y añade el agua sobre las flores.
Deja reposar y
macerar un día, removiendo de vez en cuando.
Pásalo todo a un cazo grande junto con las pieles de
naranja y limón y el jengibre y deja hirviendo durante media hora. Filtra y pon
en el cuenco.
Exprime el limón para obtener su zumo y mezcla con el
azúcar, dejando enfriar. Bate la
levadura y añade. Cubre el cuenco con un paño y deja fermentar durante dos
días.
Trasvasa el líquido final a una cuba o botella de cristal
y cierra con un tapón que no permita el paso del aire. Deja fermentar y reposar
durante dos meses.
Finalmente pasa a botellas limpias.