Esta es una meditación
auténticamente trascendental, como fue originalmente diseñada hace siglos. Si
muchos de los maestros que fueron a Estados Unidos para iniciar alumnos en
mantras secretos, pretendiendo que eran meditaciones trascendentales, hubiesen
dado en verdad la técnica sin diluirla como la de esta kriya, entonces
podríamos investigar la ciencia de la conciencia más efectivamente. Las
meditaciones trascendentales tienen siempre un ritmo en la respiración y un
mudra de mano vinculada al mantra.
En las escrituras yóguicas hay seis páginas escritas que explican los beneficios de esta kriya.
Permitiendo que puedas controlar los pensamientos y
los sentidos. Equilibra los nervios vitales del prana y de la apana de manera
tal que mejora tu salud y aumenta la capacidad pulmonar. Una vez que tu
capacidad pulmonar de respiración normal se extiende más allá de 700 centímetros
cúbicos, tu personalidad cambia. Esta capacidad extra, manda un incremento de
la fuerza vital al sistema nervioso con cada respiración. Y ésto fortalece tus
nervios dándote paciencia. En este ejercicio, el cuerpo mantiene un equilibrio
perfecto en el intercambio de dióxido de carbono y oxígeno. La presión sobre la
lengua estimula la segregación de las glándulas tiroides y paratiroides. Si
practicas el primer ejercicio durante 15 minutos, puede ser que sientas algo de
dolor en los oídos. Después de 31 minutos, podrás tener dolor en la parte
superior del pecho. Estos son signos de que las glándulas están segregando y
creando un equilibrio nuevo. Si practicas sinceramente el primer ejercicio
durante 31 minutos al día seguidos por los ejercicios restantes, esta kriya
podrá cambiar tu personalidad, tu modo de vida y hasta tu destino.
l. Siéntate en Postura
Fácil. Inhala con un silbido profundo por la boca. Los labios deben formar
un círculo como un pico. Exhala por la nariz. Concentra el sonido en el punto
del tercer ojo por 5 minutos. Escucha solamente el sonido puro.
Continúa durante 2 minutos más repitiendo mentalmente al inhalar Sat y
al exhalar Nam.
2. Ven a la Postura de
Cobra. Arquea el cuello hacia atrás y elévate hacia arriba. Fija la vista en un
punto en el techo, directamente hacia arriba. Inhala por la nariz y exhala por
la boca con un silbido. Sigue durante 3-5 minutos, luego descansa durante 2
minutos.
3. Túmbate boca arriba
sobre la espalda con las rodillas encogidas en el pecho. Mántenlas ahi con las
manos y los dedos entrelazados sobre las rodillas. Levanta la cabeza ubicando
la nariz entre las rodillas. Con la boca cerrada, haz el sonido hunnnnnnnh. Las
vibraciones se sentirán en la nariz y en la garganta. Sigue durante 3 minutos.
4. Relájate sobre la
espalda con las piernas cruzadas en el suelo como en postura fácil. Mantén la
posición durante 5 minutos.
5. Siéntate en Postura
Fácil con la manos sobre los hombros, los pulgares hacia atrás y los dedos
hacia adelante. Gira de la izquierda hacia la derecha, inhalando a la izquierda
y exhalando a la derecha. Sincroniza el movimiento con la respiración durante 1
minuto. Luego siéntate sobre los talones y continúa el ejercicio durante 1
minuto más. Inhala y retén momentáneamente
6. Todavía sentado sobre
los talones, inclínate hacia adelante (postura de bebé) y ubica la frente sobre
el suelo. Relájate completamente en esta postura durante 3-5 minutos.
¿QUÉ TAL OS HA SENTADO EL EJERCICIO?
CUANTO MÁS LO HAGAIS MEJOR OS VAIS A SENTIR.
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