domingo, 28 de julio de 2013

CREMA PARA MUJERES MAYORES DE 45 AÑOS


Crema para mujeres mayores de 45 años


La combinación de soja y cola de caballo atenúa los efectos visibles de los cambios hormonales (arrugas, flaccidez, perdida de luminosidad), brindándonos una herramienta natural y eficaz para mantener la salud de nuestra piel en esta etapa de la vida de una mujer.
Después de los 45 años  la producción de estrógenos en la mujer va disminuyendo, lo que puede indicar que está comenzando el climaterio.

El climaterio es un periodo de transición a la menopausia, que es la última menstruación. El agotamiento ovárico, por los bajos niveles de estrógenos y progesterona, hace que la mujer pierda la capacidad para producir hormonas, folículos y ovocitos. Estos cambios hormonales afectan muchísimo el aspecto y la salud de nuestra piel. Es por ello que, a la hora de crear nuestra crema de diario, debemos tener en cuenta cuáles son los ingredientes que nos puedan aportar los flavonoides necesarios. De esta manera, podremos aminorar los efectos no deseados durante este período vital.

Para realizar esta crema se han elegido los ingredientes más indicados para las mujeres que están entrando al climaterio, periodo anterior a la menopausia.
Elaboración de la crema

Fase acuosa

·        65 grs. Del agua floral que mejor se ajuste a su piel o agua destilada o infusión
·        5 grs. glicerina vegetal líquida

Fase oleosa

·        15 grs  oleato de cola de caballo en soja
·        5 grs  aceite de germen de trigo
·        7 grs. De cera emulsionante natural

Fase de complementos (agregar a los 35º)

·        10 gotas de aceite esencial con propiedades reafirmantes y antiarrugas: incienso, hinojo, jara, limón,  mandarina, melisa, mirra, mirto, nerolí, pachulí, rosa damascena, sándalo mysori, salvias.

Procedimiento:

Fase oleosa: en recipiente de acero inoxidable, cerámica o cristal, colocamos el oleato de cola de caballo, el aceite de germen de trigo y la cera autoemulsionante. Ponerlo a baño maría hasta que se hayan disuelto. No superar los 60 º C.

Fase acuosa: en otro cazo de las mismas características que el anterior, calentar la glicerina y el hidrolato o infusión elegidos. Temperatura de trabajo 60 º C.

Vierta la fase acuosa en el recipiente donde se halla la fase oleosa. Mezcle removiendo bien, hasta lograr la textura de crema.

Cuando la temperatura de nuestra preparación haya bajado a los 35º, incorporar los aceites esenciales elegidos.

Ponga la crema en un bote de cristal, etiquétela con la fecha y los ingredientes utilizados.

La combinación de soja y cola de caballo atenúa los efectos visibles de los cambios hormonales (arrugas, flaccidez, perdida de luminosidad), brindándonos una herramienta natural y eficaz para mantener la salud de nuestra piel en esta etapa de la vida de una mujer.

Propiedades de los componentes

Aceite de soja:
El aceite de soja orgánico posee una sustancia denominada isoflavona, que tiene propiedades estrogénicas. También es rico en nitrato de potasio, ácido gamma-linolénico, quercetol y kaempfenol, fundamentales para la piel de la mujer durante esta etapa. Ideal para cremas, leches y mascarillas, es un excelente restaurador dérmico que consigue un buen funcionamiento del metabolismo celular. Rico en proteínas, el aceite de soja, regula la difusión de la melanina hacia las capas
superficiales de la piel, aportando luminosidad a una piel desvitalizada.

Es importante incluir en toda preparación alguna fuente de vitamina E. Lo recomendado es al menos 10%, y la mejor es el aceite de germen de trigo, ya que retarda los síntomas del envejecimiento y protege ante los radicales libres, además de conservar durante más tiempo la formulación.

La cola de caballo:

De las plantas medicinales, sin dudas la cola de caballo es la fuente más rica en silicio orgánico, conteniendo entre un 10 y un 60 % de este mineral. Éste hace posible la dureza y flexibilidad, ayudando en la formación del tejido conjuntivo y fortaleciendo los anejos cutáneos: dientes, uñas, cabello, manteniendo la elasticidad de la piel al favorecer la síntesis de colágeno.

La pérdida de estrógenos durante el climaterio y la menopausia hace que, además, no podamos fijar uno de los minerales base para nuestra salud: el silicio. Mucho se habla de la falta de calcio en este tramo de la vida, pero muy poco del silicio, que es fundamental para evitar la osteoporosis, fracturas óseas, artrosis, reumatismos, artritis y la mayoría de enfermedades que afectan a huesos, tendones, cartílagos y articulaciones.

La utilización de la cola de caballo en cosmética natural es muy amplia, ya que -como hemos dicho- su principal componente, el silicio orgánico, nos brinda un abanico de productos donde su poder mineralizante y tensor es muy eficaz. Ideal en cremas anti edad y reafirmantes, como tensor facial y corporal, excelente fortalecedor
del cabello, combate su caída, la caspa, repara las puntas abiertas.

En tratamientos de adiposidad es un excelente sustituto de la centella asiática.

En la formulación que daré a continuación he trabajado la cola de caballo macerada en aceite orgánico de soja.

El macerado es un método por el cual se extraen las propiedades terapéuticas de algunas plantas medicinales, utilizando en este caso al aceite de soja como medio. El proceso es muy sencillo, y el aceite resultante (oleato) se puede utilizar para formular cremas, leches, ungüentos, permitiendo que los beneficios de las plantas penetren la superficie permeable de la piel.

Como preparar un oleato.

Oleato o macerado es un proceso de extracción de las propiedades del componente vegetal en un aceite base. Aportando las propiedades beneficiosas a este aceite base, yo suelo usar aceite de oliva, ya que es el aceite principal en mis jabones, pero podemos usar cualquier aceite como girasol, almendras, aguacate, soja, maíz o incluso incorporar varios aceites. Obtendremos un extracto oleoso que usaremos como aceite para elaborar jabón.


Lo primero que necesitamos son componentes vegetales secos de cualquier planta que queramos preparar como flores de caléndula, manzanilla, lavanda, hipérico, piel de zanahoria, naranja o limón secas, canela en rama, vainilla en rama, clavo, hojas de laurel secas, pimienta en grano, menta, ortigas, granos de café, tomillo, romero. Según nuestras necesidades o imaginación.

También necesitaremos un frasco hermético de cristal y aceite vegetal, en mi caso aceite de oliva.

Paso 1: Introducir el componente vegetal en el frasco esterilizado (limpio, desinfectado con alcohol y seco). Por ejemplo 30g de flores de caléndula, las compre en una herboristería.
Paso 2: Cubrir por completo con el aceite el componente vegetal hasta llenar el frasco. Por ejemplo 500g de aceite. Si quieres hacerlo de varios aceites mézclalos antes en otro recipiente.
Paso 3: Remover y cerrar el frasco.
Paso 4: Podemos hacer varias cosas:
·        dejarlo en un lugar cálido y oscuro como un armario de la cocina al lado de la vitrocerámica.
·        dejarlo al sol y sus respectivas noches, es decir, al aire libre.
Paso 5: Macerar durante 3 ó 4 semanas, removiendo cada día.
Paso 6: Una vez hecho, se tiene que colar con un filtro de café.
Paso 7: Se envasa en una botella etiquetada con el día de filtrado y nombre del macerado.

Los macerados se conservan durante 4 meses a temperatura ambiente y en un sitio oscuro para que no se estropeen antes. Si huele a rancio, puede ser que se ha echado a perder y si se utiliza en un jabón puede estropearlo.

Los elementos vegetales empleados transforman pronto el color del aceite vegetal; por ejemplo un macerado de flores de hipérico, se torna a rojo oscuro, mientras otro de caléndula adquiere tonalidades naranja-amarillento.